martes, mayo 19, 2009

DEMOSTRAR EL PODER DE DIOS.


LLAMANDO VIDAS AL REINO
IX PARTE


Lectura Bíblica: Hechos 4:1-4

Propósitos de la Charla: a) Utilizar el poder de Dios en la Evangelización; b) Conocer los efectos y parámetros del milagro, como demostración del poder de Dios.


“Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, / resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. / Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde. / Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.” (Hechos 4:1-4)

¿Cómo pudieron Pedro y Juan hacer arrepentirse a 5.000 personas de una sola vez? Por el poder de Dios demostrado en la puerta de La Hermosa. Ese poder es la capacidad que tiene el Creador de hacer lo imposible y llamar a las cosas que no son como si fueran. “(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.” (Romanos 4:17)

Hasta ahora hemos visto que para evangelizar necesitamos: 1) Una voluntad evangelizadora; 2) Orar antes de evangelizar; 3) Evangelizar en Oikos; 4) Evangelizar con la Palabra. Agreguemos a lo anterior un punto 5) Demostrar el poder de Dios.

Cuando Jesucristo marchó a los cielos les prometió a sus discípulos el Espíritu Santo, el cual traería poder o virtud sobre ellos: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo” (Hechos 1:8) El Maestro ya había advertido a los apóstoles que habría señales para todos los que creyeren en Su Evangelio: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; / tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (San Marcos 16:17,18)

Esta demostración de poder no sería una acción sin sentido, sino que, conociendo Dios al ser humano y su psicología, de ese modo se mostraría al Creador y Dueño de todas las cosas y que es Todopoderoso sobre la vida humana; como dice San Pablo: “pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.” (1 Tesalonisenses 1:5)

Palabra de Dios y poder del Espíritu Santo serán siempre una fórmula poderosa en la Evangelización.

La tendencia actual suele ser anti-milagros, no creer en eventos extraordinarios. Decimos: “¡No, esas cosas son del pasado! Les sucedió a los apóstoles. Es que nosotros no podemos compararnos a Pedro, Juan o Pablo.” Sin embargo la Palabra es categórica: estas señales seguirán a los que creen. Examinemos uno de los milagros más extraordinarios ocurridos a los apóstoles, la curación del hombre cojo en el pórtico de La Hermosa (Hechos 3:1-19). En el relato que hace Lucas de este suceso destacan algunas ideas:
· El milagro es una demostración de poder.
· El milagro produce efectos psicológicos.
· El milagro glorifica a Dios.
· El milagro se explica en la fe.
· El milagro conduce al arrepentimiento.


EL MILAGRO ES UNA DEMOSTRACIÓN DE PODER.
Lo único que podemos ofrecer al mundo es la salvación por medio de la fe en Jesucristo. “Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.” (Hechos 3:6)

EL MILAGRO PRODUCE EFECTOS PSICOLÓGICOS.
a) El poder de Dios provoca asombro y temor en el ser humano. “Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.” (Hechos 3:10)

b) Cuando se produce un milagro o alguien encuentra a Dios por medio nuestro, esa persona no se despega de nosotros. “Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado” (Hechos 3:11)

EL MILAGRO GLORIFICA A DIOS.
El milagro tiene el propósito de dar gloria a Dios y anunciar a Jesucristo. “Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?” (Hechos 3:12)

EL MILAGRO SE EXPLICA EN LA FE.
Por la fe en Jesucristo, se cree en Su nombre y se operan milagros. “Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.” (Hechos 3:16)

El apóstol Pedro resaltó:
a) Todo lo que sucedió fue por la fe en el nombre de Jesucristo.
b) Esta persona que ustedes conocen y vieron ha creído en Jesús.
c) Jesucristo le ha confirmado su nombre a esta persona.
d) Los apóstoles recibimos de Jesucristo la fe.
e) La fe en Jesucristo produjo este milagro.

EL MILAGRO CONDUCE AL ARREPENTIMIENTO.
Demostrado el poder de Dios, se explica el milagro y se predica arrepentimiento. “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19)

APLICACIÓN.
¿Cómo demostrar entonces el poder de Dios?
1) Creyéndole al Señor y lo que dejó escrito en Su Palabra.
2) Orando con fe por los enfermos y por milagros en la Iglesia.
3) Declarando Su poder sobre las tinieblas.
4) Proclamando a Jesucristo crucificado y resucitado

Si usted desea evangelizar a otras vidas, necesita del poder de Dios. Para adquirirlo debe dedicar más tiempo a la oración y a la lectura de Su Palabra, proclamándola con fe.


PARA REFLEXIONAR:
1) ¿Cuál es el poder de Dios?
2) ¿Por qué demostrar el poder de Dios?
3) ¿Para qué demostrar el poder de Dios?

BIBLIOGRAFIA
1) “La Santa Biblia”, Casiodoro de Reina, revisión de 1960, Broadman & Holman Publishers, USA.
2) Pastora Ida Kim, “Discipulado”, Seminario Teológico de la Gracia Para América Latina, 2009.